Cada vez que alguien recuerda en alto que Kobe Bryant que se esta cargando a Los Angeles Lakers a sus espaldas esta temporada tiene 34 años es para, cuanto menos, sonreír de lado y menear la cabeza. Como el buen vino (de ahí su nuevo apodo, "VINO"), Kobe mejora con los años... e incluso llega a parecer que haya viajado al pasado en el tiempo mientras que nadie se daba cuenta. Atlético decidido mordaz,hambriento. Sobre todo hambriento, como ante unos Toronto Raptors que, tras perder en la prorroga (118-116), se marcharon al vestuario sin poderse creer lo que había pasado.
Bryant mando el partido a la prorroga desde la linea de tres puntos, con puntería mortal y una confianza que asuste. Dos triples suyos, cuando el balón mas queda, hicieron que los lakers tuvieran una nueva oportunidad en el tiempo extra. Una vez allí sentencio con un mate de eso de hace años que se ha empeñado en volver a ejecutar últimamente y una vez ahí aniquilo a los canadienses. su ficha final indico la friolera de 41 puntos, 12 asistencias y 6 rebotes. No, no estaba muerto, sino todo lo contrario. El verdugo es el.